Si estás buscando en google ¿cómo sacar una llave partida de una cerradura?, me temo que estás en problemas. Pero no te preocupes, porque has dado con el lugar indicado para resolver todas tus dudas y encontrar toda la información que necesitas para lograr éxito en tu tarea.
Este es un percance mucho más frecuente de lo que puedas imaginar, y para solucionarlo por ti mismo lo más importante es que te calmes y te armes de paciencia. Hay varios métodos que podrás probar para sacar la llave partida de la cerradura, sin averiar el bombín, y a continuación vamos a explicarlos paso a paso.
El resultado va a depender de las condiciones en las que se encuentre la cerradura, la calidad de los elementos y la disponibilidad de algunos objetos que puedan ayudarte a hacer este trabajo. Como sabemos que no es momento de jugar al maestro de bricolaje y aconsejarte que uses herramientas muy sofisticadas, te diremos también como intentar abrir la puerta con artículos de uso diario, al mejor estilo MacGyver.
Sacar la llave partida con la puerta cerrada
Este es el escenario más desafortunado. Llegas a cada después de un largo día, contando los segundos que faltan para poder quitarte los zapatos y tumbarte en el sofá a descansar, cuando apenas a metros de él te encuentras con esta situación. Tratas de abrir la puerta, quizás con un poco de desesperación porque la llave se traba, y, repente te quedas con la mitad de la llave en la mano y el resto dentro de la cerradura. Sabemos cómo puedes sentirte: rabioso, confundido y malhumorado. Pues bien, nada de esto ayuda, así que respira hondo y mantén la cabeza fría.
Lo primero que debes hacer es fijarte bien, para ver si logras visualizar el trozo de llave que se ha quedado incrustada dentro de la cerradura. Esto determinará en buena medida las probabilidades de éxito y marcará la pauta de las acciones a seguir.
En cualquier caso no cantemos victoria todavía pues debes tener presente que sacar una llave rota de una cerradura no es una tarea fácil. Vas a necesitar una buena dosis de paciencia y, por qué no decirlo, un poco de suerte. Si tu ánimo no te ayuda y antes de comenzar ya te sientes vencido, quizás la mejor solución es no perder más tiempo y llamar de inmediato a un cerrajero profesional, pues es el único que te puede garantizar al cien por cien un resultado satisfactorio. Si esta es la vía por la que has optado, asegúrate de contactar a un técnico especializado, que posea los conocimientos y experiencia necesarios para hacer este trabajo. En este, como en cualquier otro oficio, puedes encontrar personas cabales, que saben bien lo que hacen, y también mucho improvisado, que puede traerte problemas más graves y hacerte perder mucho dinero. Busca un profesional confiable, que pueda explicarte cuáles son las alternativas y que te diga claramente cuál será el precio de su trabajo.
Pero volviendo a nuestro tema, digamos que prefieres intentarlo por ti mismo y ahorrarte algo de dinero. De ser así, el primer paso consiste en engrasar un poco la cerradura. Lo ideal es usar algún producto especializado o, mejor aún, aerosol de grafito. Es obvio que no tendrás esto en tu bolso, pero puedes preguntar a los vecinos a ver si alguno te puede ayudar. Si esto no fuera posible, pero tienes a mano un lápiz, frota la cerradura con él, intentando que se impregne con el grafito de la mina. En última instancia, puedes usar incluso aceite de cocina. La idea es lubricar el mecanismo, para facilitar que la llave deslice y pueda salir. Déjalo actuar un par de minutos y a continuación intenta introducir una herramienta de punta delgada y filosa y hacer palanca para empujar la llave hacia fuera.
Puedes usar una sierra, pues con los bordes dentados puede engancharse a la llave y arrastrarla hacia fuera. Pero como hay que trabajar con lo que se tenga, también podrías intentarlo con unas pinzas de cejas, una aguja de coser algo gruesa, un cortauñas o un clip. Si vas intentarlo con este último, deberás abrirlo para que quede completamente estirado y doblar la punta formando un ángulo recto.
Si este método no ha funcionado, no tires aún la toalla, pues tenemos otra alternativa. La forma que vamos a explicarte a continuación es la más simple de todas, pues básicamente consiste en colocar un imán potente frente a la cerradura, para que la fuerza magnética atraiga la llave y puedas retirarla al despegar el imán. El único inconveniente es que necesitas tener un imán con bastante poder de atracción.
Ningún truco es infalible, por lo que, si a pesar de tus esfuerzos te ha resultado imposible sacar la llave partida de la cerradura, llegó la hora de llamar a un cerrajero profesional y dejar en sus manos la apertura de la puerta.
Sacar la llave partida con la puerta abierta
Hablemos ahora de una circunstancia un poco diferente. Puede que la llave rota se haya quedado dentro de la cerradura, pero con la puerta abierta. Obviamente que estos consejos también aplican si se trata de puertas que pueden abrirse desde adentro con solo girar el pomo.
Esta situación es más prometedora, siempre y cuando seas un poco manitas o puedas contar con la ayuda de un amigo o familiar habilidoso, pues será necesario desmontar el bombín. Con la puerta abierta, procede a quitar el tornillo que tiene por el lado del resbalón. Si te resulta difícil, intenta girarlo un poco, usando la mitad de llave partida que se te ha quedado en la mano.
Cuando logres sacarlo, aplica un lubricante, dejando que resbale por los pines del bombín. Seguidamente, introduce algún elemento de punta fina, como los que hemos mencionado antes, lo suficientemente largo como para alcanzar el otro lado del bombín, intentando empujar el trozo de llave partida que se ha quedado atascada.
Si la llave rota continua dentro de la cerradura, prueba a darle unos golpes secos al bombín contra una superficie dura, teniendo el cuidado de colocar la parte donde está la llave retenida hacia abajo, para que pueda saltar por el impacto.
Lamentablemente, si aún así no consigues sacar la llave, no quedará más opción que llamar a un cerrajero profesional, para que cambie el bombín de la puerta por uno nuevo. Antes de hacer la llamada, conviene que consultes tu seguro de hogar, pues muchos contratos incluyen este tipo de servicios sin coste adicional por la mano de obra, y de esta manera te ahorrarás un buen dinero.
Generalmente este tipo de problemas no se presentan así como así. Antes de romperse dentro de la cerradura es probable que ya hayas experimentado algunos problemas. Si te cuesta girar la llave y notas que esta tiene grietas o se ve debilitada entre el mando y la cabeza, conviene actuar de manera preventiva y sacar una copia antes de que sea demasiado tarde.
Esto es normal que suceda, pues con el paso del tiempo y el uso constante, las llaves se desgastan y los dientes pierden su forma.
Para prolongar su vida útil es importante que te asegures siempre de introducir la llave a fondo, y nunca girarla cuando esté a medio camino, ni hacerlo con violencia.
Por otra parte, es una mala costumbre usar la llave para tirar de la puerta. Una vez que la cerradura esté liberada, usa el picaporte para abrir la puerta.
Igualmente, no es recomendable dejar la llave dentro de la cerradura, aunque muchas personas lo hacen aduciendo razones de seguridad. Este contacto continuo de la llave con los pines puede terminar dañando el cilindro, lo que a la larga puede causar que se atasque la llave y, peor aún, que se rompa.
Con respecto a las cerraduras, también es necesario darles un mantenimiento periódico para que el sistema funcione a la perfección. No es una tarea laboriosa, pues bastará con lubricarlas cada seis meses. Usa polvo de grafito, en cualquiera de sus presentaciones, impregnando la llave en el producto e introduciéndola en la cerradura, para llegar a todos los pines y mecanismos internos.
Finalmente, evita que las puertas se batan con fuerza, instalando topes o cerrándolas con cuidado. Estas vibraciones pueden dañar la capa protectora de las cerraduras y afectar su funcionamiento.